¿Qué es Sumika Loves...?

Sumika Loves es un Fan Fiction Yuri hecho por Daniel Santos Delgado; está basado en el anime de Sasameki Koto (anime, no manga), en el cual han transcurrido 4 años después de los acontecimientos del último capítulo de la serie. Si ésta es la primera vez que visitas esta página, te recomiendo hacer clic en el Índice de capítulos, y empezar desde el primer capítulo.

Capítulo 4: Dos noticias

Una pareja de féminas de unos 19 años estaban en la entrada de una cueva, cerca de una playa. Estaba lloviendo fuertemente, y por los bañadores de las chicas que llevaban puestas se diría que antes estaba soleado y les pilló mientras estaban en la playa.

Antes de llover intensamente, empezó a llover poco -obvio-; y entonces fue cuando la pareja decidió cubrirse de la lluvia entrando en una cueva cercana, por lo menos hasta que dejara de llover.

La pareja llevaba aguardando en la cueva durante unos 20 interminables minutos. Ellas estaban abrazadas, aunque hablaban poco.

No obstante, un momento muy importante iba a suceder...

"Oye, Sumi-chan..."
"¿Sí, Kazama?"
"Yo... quiero que sepas que te quiero..."
"..."
"¿Sumi-chan?"
"Kazama..."
"Lo siento, Sumi-chan; no debí habértelo dicho."
"No, Kazama... Yo también te quiero..."
"Sumi-chan..."
"Kazama..."

Las chicas se miraron a los ojos y acercaron sus caras poco a poco, preparándose ambas para el primer beso y...

Sumika abrió los ojos súbitamente. Miró a su alrededor y vio que estaba en su habitación. Por lo visto, lo de antes era un sueño, aunque no era la primera vez que tenía esa clase de sueños...

"Ay... Otro sueño de ésos... Qué me está pasando..." Sumika pensó.

Sumika miró a su derecha y vio que había otro colchón, el de Kazama; sin embargo, estaba vacío.

"Ah, sí. Kazama pasará en casa conmigo durante una temporadita. Lo raro es que Kazama haya madrugado... ¿Qué estará haciendo ahora?" Sumika pensó.

Sumika se levantó del colchón y salió de su habitación. Luego, empezó a escucharse un ruido continuo proveniente del cuarto de baño.

"Anda, se oye correr el agua. Será Kazama, seguro que ha decidido meterse en la bañera antes que yo." Sumika concluyó.

La puerta del cuarto de baño se abrió y de allí salió Kazama con una toalla. En cuanto una vio a la otra, se sorprendió tanto como la otra (es decir; Sumika se sorprendió porque nunca había visto a Kazama en toalla, y Kazama no esperaba que Sumika se levantara justo antes de bañarse).

"¡Ah, Sumi-chan!" Exclamó Kazama ruborizada.
"Eh... Kazama..." Dijo Sumika ruborizada también.
"Eh... Buenos días..."
"Buenos días..."
"Eh... Estoy llenando la bañera y se me olvidó coger la ropa de mi mochila para ponérmela en el baño..."
"Ah, ya veo... Bueno, yo andaba por hacer el desayuno..."
"No te preocupes, Sumi-chan. En cuanto yo termine de bañarme, haré el desayuno y así podrás darte un baño también."
"Ah... De acuerdo..." Respondió Sumika algo ruborizada.
"Bueno, me voy a coger mi ropa, ¿vale?"
"De acuerdo."

En cuanto Kazama se dirigía a la habitación de Sumika para coger la ropa que llevaba en su mochila, Sumika fue a la sala de estar y abrir una de las puertas exteriores para que el sol y el aire den al interior de la casa.

El tiempo estaba soleado, y no hacía mucho viento. Eso le permitía a Sumika meditar con normalidad.

"¿Por qué últimamente estoy teniendo estos sueños románticos con Kazama?" Sumika pensó "¿Será que ha llegado el momento de dar el siguiente paso...? No sé, no sé... Tendré que hablar con alguien especializado en esas cosas..."

El teléfono móvil de Sumika empezó a sonar desde su habitación; eso era sinónimo de que le estaban llamando. Sumika corrió hacia su habitación -donde tenía guardado su móvil-, cogió su móvil y le dio al botón de "coger llamada".

"¿Diga?" Sumika saludó.
"¡Murasame-san, buenos días!" Se escuchaba la voz de su amiga Azusa.
"¡Ah, Aoi-san! Buenos días."
"¡Traigo buenas noticias del frente, amiga mía! ¡Mis padres aceptan encantados tu solicitud!"
"¿¿En serio??" Sumika estaba bastante sorprendida; no se esperaba un resultado positivo para su situación económica.
"¡Por supuesto! Dicen que durante media semana estarás como "empleada temporal". Si haces bien el trabajo, entonces te contratarán como empleada normal con un sueldo mayor que el de temporal. ¿Qué opinas?"

Sumika no evitaba alegrarse por el enorme favor que le hizo Azusa.

"Eso es increíble, Aoi-san... ¡¡Muchas gracias!!" Sumika agradeció.
"De nada, Murasame-san, que para eso estamos las amigas." Azusa dijo.

De pronto, a Sumika pareció recordar algo, y estaba convencida de una cosa: Azusa podía ayudarla con esos sueños que estaba teniendo Sumika.

"Oye, Aoi-san, ¿podemos quedar esta mañana, justo antes de comer?" Sumika preguntó, esa vez con un tono preocupado.
"¿A las 12?" Azusa dijo.
"Sí, venga. ¿Quedamos a esta hora en el parque?"
"¿Qué ocurre, Murasame-san? Parece que tienes algún problema o algo así..."

Sumika recordó que Kazama estaba en el baño y que no podía tardar mucho; decidió ir directa pero discreta con Azusa.

"No puedo hablar de esto ahora mismo. ¿Quedamos allí?"
"De acuerdo, Murasame-san. Nos vemos a las 12 en el parque."
"Allí estaré. Muchas gracias de nuevo y hasta luego."
"Hasta luego."

Sumika oprimió el botón de "colgar llamada" de su móvil y lo guardó en su escritorio, donde estaba hace un momento.

"Sumi-chan, es tu turno." La voz de Kazama se escuchaba en la entrada de la habitación de Sumika.
"¡Ah, sí! ¡Claro!" Sumika se puso un poco nerviosa, se dio la vuelta y vio a una Kazama con una camiseta blanca, una falda verde hasta las rodillas y llevaba una toalla en la cabeza.
"¿Pasa algo, Sumi-chan?" Kazama parecía darse cuenta del nerviosismo de Sumika.
"No, nada; es..." Sumika pensaba con intensidad un plan para evitar que Kazama sospeche de los nervios que estaba teniendo, hasta que "¡Aoi-san me contó que me ha conseguido trabajo!"
"¡Anda! ¿De verdad?" Kazama se puso muy feliz al escuchar la noticia.
"De verdad. Y me puse nerviosa porque... bueno, voy a trabajar en el negocio de la familia de una amiga mía, así que estoy intentando pensar en cómo daré mi rendimiento y todas esas cosas... ¿Sabes?" A Sumika no podía haberle salido mejor el plan que estaba improvisando.
"¡Eso es maravilloso, Sumi-chan! Bueno, es tu turno para bañarte."
"¡Ah, no me acordaba...! Ahora voy."



Poco después, Sumika estaba bañándose, a la vez que estaba meditando sobre algunas cosas que no tenía muy claras.

"A ver, recapitulemos: he empezado a tener esa clase de sueños desde que me dejaron sola en casa, concretamente hace medio año." Sumika pensó "Y no recuerdo un sólo día que no haya tenido un sueño parecido. Espero que Aoi-san me ayude con esta clase de cosas... debería, porque está familiarizado con el Yuri, los amores entre chicas y todo eso..."

Algo más tarde, Sumika había salido del baño y se estaba poniendo una camiseta azul y unos pantalones azules; para terminar se estaba secando el cabello con la toalla con tranquilidad.

"Aoi-san tiene que ayudarme. Debe ayudarme." Sumika concluyó de manera concisa.

En cuanto Sumika salió del cuarto de baño, vio a alguien que le hizo dejar de preocuparse: Kazama (obvio).

"¡Ya está listo el desayuno!" Kazama dijo.
"G-gracias, Kazama... Aunque debías haberme dejado ayudarte, especialmente en mi casa." Sumika dijo.
"No pasa nada, Sumi-chan, no es ninguna molestia. Te lo aseguro."
"¿En serio?"
"En serio."
"Vale... ¡Pues vámonos a desayunar!" Dijo Sumika con aires de optimismo.
"¡Sí!" Respondió Kazama.



Poco después, Sumika y Kazama ya habían terminado de desayunar. La comida que preparaba Kazama consistía en unas tortitas americanas. Como aquéllas que salían en la mayoría de las películas que existen.

"¡Vaya...! ¡Hacía tiempo que no probaba nada tan bueno!" Sumika comentó, satisfecha.
"¿Te gustó de verdad?" Kazama preguntó, sin dejar su sonrisa.
"¿Que si me gustó? ¡Me ha encantado! No sabía que hacías recetas americanas, Kazama."
"Bueno, es lo que tiene vivir sola y aprender nuevas recetas para no ser tan "monótona" a la hora de cocinar, ¿sabes?"
"Ah, eso de no tener que cocinar algo tan repetitivo, ¿sí?"
"Veo que me entiendes, Sumi-chan."
"¿Y qué fue eso de vivir sola, Kazama?"
"Mi hermano se fue de viaje de negocios hace unos 2 meses por la editorial en el que estaba trabajando. Usa como apodo un nombre de mujer para firmas sus obras Yuri, ¿recuerdas?"
"Sí. Claro que me acuerdo."
"De hecho, ésta es una de las razones por las que decidí quedarme contigo, Sumi-chan."
"¿Sí? ¿En serio?"
"Sí... No quería quedarme sola, y pensé que eras la única con quien puedo estar acompañada..."

Aquellas "dramáticas" palabras de Kazama le estaban poniendo nerviosa a Sumika. "No... ¡No va a pasar lo mismo que ayer...!" Pensó ella.

"¿Pasa algo, Sumi-chan?" Preguntó Kazama.
"Eh... Te estás poniendo dramática ahora mismo, y ayer me desmayé por eso..." Sumika explicó.
"¡Oh! ¡Perdón, Sumi-chan!"
"No pasa nada. Por lo menos esta vez no me he desmayado."

De pronto, el teléfono de la casa empezó a sonar.

"Anda, el teléfono... Aguarda, Kazama; vuelvo enseguida." Sumika se fue directo a la sala de estar, lugar de donde estaba el teléfono sonando.
"Tranquila, Sumi-chan, ve."

Sumika cogió el teléfono. "¿Diga?"
"¡Buenos días, Sumika!" Respondía la voz familiar de un hombre. Era su padre.
"¡Ah, hola, Papá! Buenos días."
"¿Cómo vas "sobreviviendo" en la soledad de nuestra casa?"
"Papá, tengo 19 años y he terminado la universidad... ¿Cómo es posible que no esperas que yo me las arregle por mí misma?"
"¿Seguro? ¿Tienes trabajo?"
"Ahora mismo."

Un breve silencio inundó la conversación.

"¿En serio?" Su padre preguntó.
"De verdad. Y fue gracias a una amiga mía." Sumika respondió.
"¿Quién? ¿Ushio Kazama?"
"No, otra. Azusa Aoi."
"Ah, es la chica a la que te ofreciste para ayudarla en un proyecto que estaba haciendo, ¿verdad?"
"Así es, ella misma. Lleva un negocio familiar y le contó a sus padres de mí, y por lo visto tienen pensado en contratarme."
"Eso sí que es tener amistades de verdad, Sumika. Me alegro mucho por ti. Ojalá te vaya bien a la hora de tener una buena economía para mantener la casa."
"De eso no lo dudo. ¿Y cómo están mis hermanos y los demás alumnos?" Sumika decidió cambiar de tema.
"Estupendamente bien. Están tomando muy en serio su compromiso con el karate. Deberías estar orgullosa, hija mía.”
“Bueno, bueno... Tampoco hace falta ponerse tan dramático...”
“Vale; pues en pocas palabras: vamos muy bien en el torneo y con los entrenamientos. Sólo un equipo rival nos está poniendo las cosas complicadas, pero no creo que dure tanto en ese torneo...”
“En este caso, buena suerte, Papá. La necesitaréis todos.”
“Gracias. Y no olvides que para cualquier cosa me llamas, ¿Vale?”
“Ah, sí; te iba a comentar que Kazama pasará una temporada aquí en casa. Sólo quería avisarte.”
“Me parece bien. Como Ushio Kazama es una invitada, hay que saber tratarla como es debido. ¿Bien?”
“Claro. Estoy haciendo una cosilla; te tengo que dejar. ¡Adiós!”
“Hasta luego, Sumika. Y buena suerte en tu trabajo.”
“Gracias, Papá.”

Sumika colgó el teléfono de casa, volvió a la cocina y se encontró con Kazama lavando los platos en el fregadero.

“¡Ah, Kazama! ¡No hace falta que te tomes molestias en...!” Sumika intentaba decir, pero Kazama la interrumpió.
“No pasa nada, Sumi-chan, de verdad.” Dijo Kazama “¿Quién era el del teléfono?”
“Mi padre; está con sus alumnos y mis hermanos con el torneo de karate. Yo no fui.”
“¿Y por qué no fuiste? Podías haberte convertido en una estrella o algo así...”
“Pues...”

Sumika intentaba pensar en una excusa para Kazama, porque la verdadera razón que tenía ella para abandonar karate fue para ser más linda y femenina y para que Kazama se fijara en ella. No podía decírselo a Kazama por razones obvias.

“Pues, es simple: me dejó de gustar el karate, ya está...” Sumika respondió.
“¿Ya está?” Kazama preguntó.
“Sí, es una historia muy larga y muy aburrida...”
“Ah, ya... ¡No te preocupes, Sumi-chan! Por lo menos podrás centrarte en tu nuevo trabajo.”
“Sí... Claro...”

Sumika miró en su reloj de muñeca y comprobó que eran casi las 12 del mediodía.

“Oye, Kazama. Me tengo que ir a casa de Aoi-san. Es por el trabajo y todo eso.” Sumika dijo.
“Vale, Sumi-chan. Yo me encargaré de cuidar la casa. ¡Adiós!” Kazama dijo.
“Hasta pronto, Kazama.”

4 comentarios:

  1. "¿Qué le estará pasando a Murasame-san...?"

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  2. siari:

    :O pues no se mmm sueños humedos???? xDD
    ni idea
    espero con ansias el proximo cap,
    ah!!!
    y gracias por la explicacion de por que no
    pasa lo que piensa kazama xD

    hasta pronto ^^

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  3. @Anónimo: De nada. La intención que tengo con este Fan Fiction es contarlo desde el punto de vista de Sumika, y de nadie más...

    ...bueno, no hace falta explicar las cosas dos veces. xD ¡Saludos! ^^

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  4. Ah, el matrimonio xD.

    Me gusto el capi, muy fluido :3.

    Espero el proximo porque dejasta la mitad la idea u_u

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